Académicos, funcionarios y estudiantes participaron con entusiasmo en las diferentes comisiones de trabajo en las que se dialogó y se realizaron propuestas para solucionar problemáticas en torno a temas transversales como género, pueblos originarios, territorio y el más importante para nuestra Facultad, el medio ambiente.
"Es prioridad para la Universidad de Chile mirar la sociedad con ojo crítico y generar propuestas constructivas para contribuir en la superación de las dificultades en todo ámbito, en la defensa de la democracia y en la protección de los Derechos Humanos. Como Facultad estamos también preocupados en lo que pasa con la Naturaleza, en su conservación y protección y que debe resguardarse constitucionalmente", señaló el Vicedecano de nuestra Facultad Dr. Juan Caldentey, destacando las prioridades de la disciplina y donde hubo más consenso en los claustros triestamentales de nuestra comunidad.
Así es como uno de los principales acuerdos de la Facultad es que, en la nueva Constitución de nuestro país, la naturaleza debiera tener derechos constitucionales. Si reconocemos el derecho a existencia de los ecosistemas, entonces en un parque nacional no podría autorizarse un proyecto que involucre un trazado eléctrico, ni la ley minera podría tener preeminencia por sobre los ecosistemas como ocurre en la actualidad.
Esto implicaría que el derecho a propiedad tendría restricciones. En este sentido, el Estado debiera garantizar de forma efectiva los derechos de los ecosistemas abandonando un modelo extractivista con restricciones mínimas por un modelo de sustentabilidad de ecosistemas y territorios. En la nueva Constitución debería existir, entonces, una articulación entre los derechos de la naturaleza y leyes que permitan hacerlos efectivos.
La comunidad de esta Facultad también considera que hay carencia de definición de líneas de investigación que prioricen necesidades públicas. El Estado debiese definir las líneas de investigación que son relevantes para el desarrollo del país, promoviendo la sostenibilidad y la protección de la flora, fauna y los ecosistemas de nuestro país.
Sobre el recurso hídrico, el claustro triestamental de la Facultad sostiene que merece particular atención puesto que los derechos de agua se transan y especulan en el mercado mientras que miles de chilenos subsistirían solo con el abastecimiento de camiones aljibe. En este sentido, el Estado debe dar garantías sobre la distribución del agua y hacer una modificación profunda a la regulación existente.
Desde la Facultad se propone considerar algunas medidas para reducir o enfrentar la problemática del agua, tales como: aumentar la eficiencia agrícola; incrementar el tratamiento y la reutilización de las aguas; y también invertir y proteger humedales y cauces hidrográficos saludables, esto considerando que Chile encabeza el ranking de países con alto riesgo de sufrir un agotamiento hídrico.
Entendiendo los sistemas naturales y las prácticas culturales y sociales como parte de un mismo sistema, se permite reconocer los usos y relaciones que comunidades indígenas y etnias de nuestro país les otorgan a sus territorios y avanzar en el reconocimiento de sus derechos y demandas.
Esta Facultad, además, defiende el Manejo Forestal Sostenible, donde el uso de bosques y tierras forestales debe realizarse de manera tal que mantenga su biodiversidad, productividad, capacidad de regeneración, vitalidad y su potencial para cumplir ahora y en el futuro con las funciones ecológicas, económicas y sociales relevantes a escala local, nacional y global, sin causar daños a otros ecosistemas.
Por último, además de reflexionar sobre la contingencia actual y generar propuestas para el cambio social, el claustro de la Facultad aprovechó la instancia para reconocer sus propias fortalezas y debilidades de la comunidad para trabajar en ellas y que permita formar profesionales capaces de enfrentar las necesidades del país promoviendo la sostenibilidad ambiental y forestal.