Cuando la miel es obtenida a partir de un sistema de producción sustentable, un manejo racional de los recursos naturales, sin la utilización de productos de síntesis química, siendo éstas características claramente identificables por los consumidores, estamos hablando de Miel Orgánica o Ecológica, señalan los especialistas.
Ante ciudadanos cada vez más conscientes, no es casual que el mercado de productos orgánicos en el mundo ha crecido en la última década cerca de un 20 % anual, siendo Europa, Japón y Estados Unidos, los que marcan el mayor dinamismo del sector.
Por su parte, Chile sigue la tendencia mundial. Si bien no existen datos específicos de este mercado, el crecimiento de la superficie nacional certificada como orgánica, aumentó 30% entre 2015 y 2016; sumado a esto, el alza de un 60% en las importaciones de alimentos orgánicos entre 2014 y el 2015; confirman que la demanda por este tipo de productos va al alza también en nuestro país.
En este contexto, capacitar a los apicultores chilenos en el área de la producción orgánica de la miel de abeja es importante para hoy y para lo que se avecina. Con esta mirada, se realizó el curso de “Apicultura Orgánica vinculada al bosque nativo Mediterráneo”, beneficiando a 60 apicultores provenientes de 12 comunas de la Región Metropolitana y Valparaíso (Casablanca, Huechuraba, Lampa, María Pinto, Melipilla, Olmué, Pirque, Quilpué, San Antonio, San José de Maipo, Talagante y Alhué).
El programa fue elaborado y dictado por el Departamento de Silvicultura y Conservación de la Naturaleza de la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza de la U. de Chile y tuvo como objetivo entregar competencias para impulsar y desarrollar una gestión apícola amistosa con las abejas y el medio ambiente. El curso estuvo dirigido a productores vinculados al ámbito de la pequeña apicultura, teniendo como escenario productivo el bosque y el matorral nativo.
El día 13 de enero, los 60 asistentes participaron de la Ceremonia de Titulación que se realizó en el Pabellón Arauco de la Facultad de Ciencias Forestales. En la ocasión el Profesor Gustavo Cruz, a cargo del curso, recalcó la importancia del vínculo entre academia y productores.
“Lo más valioso fue la discusión que se produjo sobre el conocimiento, sus preguntas y sus opiniones nos sirven para fortalecer nuestro quehacer. El conocimiento por sí solo no basta, sino que es la discusión, es el intercambio de experiencia, lo que permite generar un aporte valioso. Ese conocimiento práctico es muy importante incorporarlo y enriquecer nuestro propio saber; así que más que felicitarlos quiero dar las gracias a cada uno de ustedes”, sostuvo el profesor Cruz.
El curso buscó potenciar y beneficiar prácticas apícolas, mediante la divulgación e incorporación de buenas prácticas de manejo en esta actividad, de acuerdo a principios de la agroecología y que impactan positivamente sobre la conservación de la biodiversidad de su entorno.
El Jefe Técnico del Programa de Desarrollo Local - (PRODESAL) de Indap de la comuna de Pirque, Francisco Parada, señaló que “la producción sustentable es fundamental para conservar entornos naturales y este curso dio una alternativa a los apicultores. Este curso permitió entregar conocimiento específico sobre el boque nativo para una producción sustentable, los procedimientos formales que se deben implementar como productor orgánico. Sesos conceptos fueron muy importantes”.
El proyecto “Protección de Corredores Biológicos de Montaña”, busca contribuir al desarrollo de iniciativas público privadas que permitan la conservación de la biodiversidad y potencien los beneficios que nos entregan los corredores biológicos de montaña de la Región Metropolitana y parte de la Región de Valparaíso. Actualmente esta iniciativa un acuerdo de cooperación estratégica con la Facultad de Ciencias Forestales y de la Conservación de la Naturaleza.
“Esta alianza busca transferir el conocimiento, que se elabora en la Universidad para aplicarlo a la comunidad. Por ello buscamos apicultores interesados en aplicar la agroecología, la apicultura orgánica, pequeños y medianos productores. Nuestro objetivo es entregar las herramientas para una coexistencia entre una actividad productiva, libre de químicos y la conservación de la biodiversidad”, sostuvo Marianne Katunaric, Coordinadora GEF.
