Primer Coloquio sobre el Impacto Hidrológico provocado por los Incendios en Chile

1er Coloquio sobre el Impacto Hidrológico provocado por los Incendios

El Coloquio “Impacto hidrológico de los incendios forestales en Chile”, se realizó el día 4 de mayo de 2017 en el Salón Domeyko de la U. de Chile y contó con la participación de los académicos de la Facultad, Dr. Pablo García-Chevesich y el Dr. Miguel Castillo. Este encuentro es el primero de una serie de eventos que realizará el CONAPHI durante el año.

Asimismo expusieron el Dr. Roberto Pizarro, director del Centro Tecnológico de Hidrología Ambiental (CTHA) de la Universidad de Talca y vicepresidente de Conaphi; Adrián Lillo, Jefe de la División de Estudios y Planificación de la Dirección General de Aguas del Ministerio de Obras Públicas; Claudia Sangüesa, del CTHA de la U. de Talca; y Paola Ramírez, del Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile (SERNAGEOMIN) del Ministerio de Minería.

Impactos de los incendios en los recursos hídricos

Los especialistas coinciden en que son muchas y diversas las consecuencias de los incendios forestales en los recursos hídricos. Para ello, es importante considerar la función de la vegetación en relación a las aguas. En este sentido, por una parte la cubierta vegetal intercepta el agua de lluvia (evitando la escorrentía superficial y posible erosión del suelo); por otra parte, la vegetación permite el retorno del agua a la atmósfera mediante la transpiración de las plantas.  

Al desaparecer esta masa vegetal -entre otras consecuencias- afecta la calidad de las aguas, ya que provoca una escorrentía superficial y arrastra las partículas y cenizas en suspensión, contaminando las aguas. Además, la posterior sedimentación de estos materiales va colmatando los fondos de los ríos, estuarios, embalses, etc.

Intensidad y Severidad del Fuego

El Profesor Miguel Castillo, investigador del Laboratorio de Incendios Forestales de la Facultad de Ciencias Forestales y Conservación de la Naturaleza de la Universidad de Chile, destacó que los recientes incendios afectaron áreas forestales tanto de bosque nativo como de plantaciones, perdiéndose además fuentes de trabajo, animales, viviendas y dinámicas culturales entorno a los bosques.

“Lo importante es señalar que en las Regiones Metropolitana, Valparaíso, O´Higgins, Maule y Bío Bío, hay una importante cifra de incendios forestales, no tanto por la cantidad de incendios sino por la superficie afectada”, explicitó el académico.

El especialista expresó que existen dos conceptos importantes y que inciden en la parte hidrológica; el primero es la intensidad del fuego y el segundo la severidad de éste, dando cuenta de los diversos daños causados. A partir de estos conceptos se pueden elaborar modelos que permitan establecer escalas de intensidad y severidad que sustenten las políticas locales y regionales de restauración, recuperación y rehabilitación.

Respecto de la severidad de los incendios del verano 2017, en visitas realizadas a terreno en la Región de O’ Higgins, Miguel Castillo constató la gran contaminación de las aguas superficiales y subterráneas. “La economía campesina se sustenta de agua superficial y subterránea, éstas al igual que los pozos, ríos, y riachuelos se vieron afectados. El desafío es que seamos capaces en un corto y mediano plazo tratar de restaurar.”

El rol de la vegetación

Por su parte el Dr. Roberto Pizarro, explicó detalladamente la diferencia de los efectos del agua lluvia en áreas con vegetación y sin vegetación. Por ejemplo en sectores con masas forestales el agua que se infiltra es del orden del 17%, de la cual sólo la mitad va a la recarga del acuífero, en tanto la escorrentía puede alcanzar hasta un 68%; por otro lado, en áreas sin vegetación, sólo se infiltra el 1,9%, alcanzando una escorrentía del 97%.  

Con los incendios se destruye todo ese rol que cumple la vegetación. Cuando hay incendios la escorrentía es de un 97% pero además se suma un gran volumen de sedimentos”, explicó el Dr. Pizarro.

Respecto de las propuestas para hacer frente a esta situación, el Dr. Pizarro sostuvo que hay dos líneas: una es el rol de las hidrotecnias y la otra son las biotecnias. En el ámbito de las primeras se encuentran las zanjas y terrazas de infiltración, canales de evacuación de aguas lluvias, diques, etc. En el área de las biotecnias se deberán definir nuevas zonas protegidas, mejor ordenamiento territorial, entre otros desafíos.

Es posible disminuir los incendios

Al cierre del primer bloque, el Dr. Pablo García-Chevesich expuso sobre los efectos de los incendios en la hidrología de cuencas y describió el caso de Estados Unidos, país en el que tras múltiples y severos incendios implementó un adecuado manejo forestal, resultando de ello una disminución significativa de los incendios forestales.

El investigador destacó que esta diminución va acompañada de una mayor eficiencia en la prevención y combate del fuego. El salto cualitativo se sustenta en una apropiada planificación territorial y en una coordinación de varias instituciones públicas que actúan de manera conjunta antes, durante y después de los incendios, logrando así un accionar eficaz,  efectivo y perfectible.

El especialista también se refirió a los suelos repelentes al agua. Pues según explicó es altamente probable que tras los incendios se formen superficies hidrofóbicas, es decir que el agua no infiltra, ello debido a la formación de sustancias orgánicas repelentes al agua, así como por la modificación de determinados componentes minerales.

Se debe tener en cuenta que existen especies que producen suelos hidrofóbicos, tales como los pinos y eucaliptus. Respecto de los nativos el académico Pablo García, sostuvo que no hay datos que confirmen aún esta situación, sin embargo la U. de Chile y de la U. de Talca están prontos a publicar un estudio sobre esta materia. 

“Los efectos de los incendios en los recursos hidrológicos son muy fuertes y terriblemente peligrosos y como en Chile no habíamos tenido esta magnitud de incendios lo que esperamos ahora son muchos problemas asociados a escorrentías, contaminación, capas hidrofóbicas,  etc.”, sostuvo el académico

En el segundo bloque, expuso Adrián Lillo, jefe de la División de Estudios y Planificación de la Dirección General de Aguas del MOP, quien identificó las zonas de riesgo posterior a los incendios, abarcando las regiones de O’Higgins, Maule y Biobío.

Por su parte, Claudia Sangüesa, del CTHA de la U. de Talca, expuso sobre un indicador de riesgos de movimientos en masa diseñado por dicho centro y su aplicación práctica en la comuna de San Clemente.

Por último, Paola Ramírez, expositora del  Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile, se refirió al efecto de incendios en los suelos y el aumento de susceptibilidad de remociones en masa, profundizando en los tipos de peligros geológicos y la necesidad de hacer seguimiento a las áreas afectadas por incendios con posterioridad a lluvias.

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